Epidauro
- lectura de 2 minutos - 412 palabrasDía intenso. Lo primero que visitamos fue Epidauro, donde lo más famoso es el teatro, el cual figura entre los mejores preservados de Grecia. Fue construido aprovechando la ladera de una montaña, con un diámetro de 112 metros y capacidad para 12000 espectadores y el proscenio. En la antigüedad era ya célebre por la armonía de sus proporciones. Además del teatro se pueden visitar el templo de Asclepio y de Artemisa. Epidauro tuvo su fama en el siglo IV antes de Cristo por los médicos que tenían e incluso en tiempos romanos acudían allí en busca de soluciones. En un pequeño museo se pueden ver algunos de los objetos médicos del momento.
Tras Epidauro visitamos Nemea, donde se jugaban cada dos años los juegos de Nemea, en honor a Zeus. Eran algo menos populares (aunque no mucho menos) que los de Olympia y también conservan el estadio. Lo más curioso de ver, el túnel a través del cual se accede al estadio, donde se puede ver parte del ingenioso sistema de salida que tenían para los atletas.
Para comer paramos en el restaurante Kaláda, literalmente sobre una playa cerca de Corinto. Hay que resaltar lo bonito que es el mar en este país. Si bien las playas no son las mejores (roca o arena no muy buena), el mar es precioso.
Después de comer fuimos a Corinto a ver las ruinas, pero llegados a ese punto y con el calor, decidimos ver lo que quedaba desde fuera.
Una vez en Atenas devolvimos el coche de alquiler y dejamos las cosas en nuestro hotel (Sweet Home Hotel), recomendable por su precio, calidad de la habitaicón, ubicación y excelente desayuno.
Como nos daba tiempo, optamos por hacer un Free Tour de Atenas con Athens Free Tour. Quedamos muy decepcionados con el tour en sí por varios motivos: no aportó nada de contexto histórico a la visita, el recorrido fue muy rápido sin poder pararse realmente a “ver” ninguna de las paradas, tampoco hubo oportunidad de disfrutar de algún sitio con vistas… resumiendo, este tour en concreto es poco recomendable.
Una vez terminamos en Tour vimos el cambio de guardia del Parlamento en la plaza Syntagma, seguimos a los guardias hasta la casa del presidente (o eso quisimos entender), rodeamos los jardines nacionales hasta llegar al estadio Olímpico de 1896 muy bien iluminado por la noche. Para cenar fuimos a Parthenon, donde comimos bien pero nada espectacular.
Mañana nos toca intensivo de Atenas, contaremos más.