Vuelta al continente
- lectura de 2 minutos - 326 palabrasHoy ha sido un día de transición bien aprovechado. Por la mañana, desayunamos por primera vez el desayuno del hotel. La excusa es el coronavirus pero, en cualquier caso, el desayuno es normal tirando a malo y, sobre todo, caro: no recomendable. Eso sí, disfrutar un poco de la mañana en el hotel con las vistas a la caldera estuvo bien.
Después, todo fue rápido y sin colas. Llegamos al aeropuerto a las 10:30 (vuelo a las 12) y el avión incluso salió con adelanto y llegó con adelanto. Había poca gente en el avión y ya era de por sí un avión de hélice muy pequeño. La distancia entre Santorini y Atenas es poca, pero en barco son unas pocas horas (creo que cinco). Ya en el aeropuerto de Atenas, recogimos el coche también rápido y sin colas. Y ya conduciendo hemos llegado hasta Kastraki, punto de observación para ver los monasterios de Meteora.
Hemos contemplado la puesta de sol y visto alguno de los monasterios desde la distancia: son impresionantes. Están construidos en lo alto de las rocas para evitar los ataques otomanos. Mañana los veremos más de cerca.
Sobre la conducción griega, no entiendo bien alguna cosa. No entiendo por qué hay autopistas con límite a 110 y otras con límite a 120 o por qué antes de las rotondas hay un stop en vez de un ceda el paso. Lo que sí me gusta es que sistemáticamente los coches lentos (en las carreteras, no en las autopistas) utilizan el arcén y eso facilita mucho los adelantamientos. No sé si sus normas dicen algo al respecto pero desde luego lo hacen. Las autopistas son buenas y de peaje, con peajes cada muy poco; hoy hemos pagado más de cinco veces.
Una última cosa: hemos notado mucho la diferencia de precio entre islas y continente. Es mucho más barato el continente, así que eso que salimos ganando para lo que nos queda de viaje.