Contaminación en Delhi
- lectura de 2 minutos - 414 palabrasMañana por la mañana nos vamos de aquí porque toca volver, y porque no se puede estar: Delhi ha batido su récord histórico de contaminación. Caminar por la calle es doloroso para los ojos, esta noche nos hemos levantado tosiendo. Es asqueroso, hay una especie de niebla todo el tiempo de color amarillo y claramente tóxica. Según esta página, el aire está unas 200 veces más contaminado que Madrid, que por cierto tiene una calidad del aire muy buena.
Esta desagradable circunstancia no impidió que hiciéramos turismo. Por la mañana fuimos a Akshardham, el mayor templo hindú de la India. No se pueden hacer fotos y la seguridad es extrema debido a un atentado que hubo en 2002, te quitan todo a la entrada móvil incluido, casi hasta los zapatos. Es por eso por lo que creo que hay pocos turistas extranjeros (hay muchos indios). Pero merece la pena. Tiene un lujo de espacio, de calidad en las construcciones de detalles que no es propio de un edificio hecho en la actualidad, sobre todo porque no es un edificio de aspecto moderno sino que parece más un edificio de algo de hace siglos.
Todavía antes de comer, nos dio tiempo a ver la mezquita que no habíamos podido ver en nuestra llegada. Palidece en comparación con Akshardham y con otras construcciones de Delhi pero también es imponente. Aquí, además, al poder llevar cámara volvimos a sentirnos como famosos, las madres querían que sus bebés se hicieran fotos con nosotros. Te acostumbras.
Comimos. Y después de comer fuimos a Old Delhi a ver el mercadillo. La palabra que lo describe es “agobiante”. Son calles y calles de diferentes temáticas en cuanto a qué se vende en las tiendas pero, sobre todo, lo que descata es que hay más gente de la que cabe. Cuesta caminar.
Agobiados por la gente, volvimos al hotel, que está cerca de Connaught Place, para descansar antes de tomar el té. Fuimos a tomarlo a un hotel de lujo de verdad: the Imperial Hotel. Los interiores son imponentes, el té normal. Finalmente fuimos a Connaught Place a ver cómo es, tiene muchas tiendas de un estilo más europeo y moderno. Para entretenernos fuimos buscando un adaptador para cargar mi ordenador, pero no los tienen clónicos y los originales de Apple son más caros que en España.
La cena, muy buena, en un restaurante italiano al lado de nuestro hotel. No está el aire para ir caminando más lejos, mañana nos vamos.