Jodhpur
- lectura de 2 minutos - 359 palabrasHoy hemos visto todo lo que se puede ver en coche de Jodhpur. El desayuno en nuestro hotel es estupendo, y coger el Primero fuimos al baby Taj de aquí, que son unos cenotafios de las maharanis locales muy bonitos construidos en mármol junto a un lago. Lo malo es que si ya has visto el Taj Mahal no te impresiona tanto como se merece. Como novedad, ofrecían cinco minutos de meditación gratis (que no aceptamos); el señor que la guiaba nos dijo que conocía España, que de hecho tiene un centro de yoga en Málaga. Se ve que, al menos las vacacaciones, las pasa en casa.
De ahí fuimos a la fortaleza Merhawar, una construccion impresionante en lo alto de la montaña. Aquí la audioguía (incluida en la entrada) sí que merece la pena. La visita en sí merece al menos dos horas.
Última parada antes de la comida, jardines Mandore, para turistas indios. Antigua ciudad cercana a Jodhpur (hoy integrada en ella), consiste hoy en un agradable parque con algunos restos de cenotafios y un paseo de los héroes con representaciones un tanto cómicas de las principales deidades y héroes hindúes.
Después de comer fuimos al actual palacio del rey de Jodhpur: parte residencia real, parte hotel de más de mil euros la noche, parte visitable. Se construyo básicamente para dar trabajo a una población hambrienta. El museo en sí no es gran cosa pero el edificio es enorme e impacta.
Finalmente Ghan Shiam nos llevó a Maharani Spices para comprar alguna especia. La tienda, al igual que Maharani textiles, está muy bien y los precios son fijos. Compramos especias para lentejas y te. De ahí quisimos volver dando un paseo al hotel pasando por la torre del reloj y descubrir el casco antiguo con sus casas azules. Acabamos abandonando la ideal al ver que todo estaba cerrado por el Diwali, en la calle sólo había niños haciendo gamberradas con los petardos y, sinceramente, después de tres petardazos en los pies a una se le quitan las ganas de pasear.
Así pues volvimos en rickshaw al hotel, contratamos un masaje y disfrutamos de nuestro remanso de paz.