Great Ocean Road (II)
- lectura de 2 minutos - 422 palabrasHoy hemos hecho la segunda parte de la Great Ocean Road. Este tramo es muy distinto del de ayer, acantilados menos picados, distinto tipo de roca y la carretera completamente paralela al mar. Lo que no cambia es que la carretera está perfectamente acondicionada y que cada poco hay sitios donde parar el coche y disfrutar de las vistas.
La primera parada fue Lorne, otro pueblo limpio y bien cuidado que tiene un mirador muy bonito sobre el mar y el estuario del río de la zona. El mirador, Teddy’s Lookout está en una zona protegida en la que te puedes encontrar koalas y canguros, en nuestro caso sólo los primeros. De ahí nos dirigimos a las Erskine Falls, unas cascadas bonitas aunque tampoco impresionantes, metidas en un bosque de eucaliptos todavía parte del Great Otway National Park, que llega hasta aquí.
De Lorne continuamos a Anglesea, que no tiene mucho más que una playa amplia para surferos y de ahí a Torquay. Torquay, que es un pueblo, es donde empezó el surf en Australia, en torno a 1914. Allí se fundaron Ripcurl y Quicksilver y se celebra anualmente el torneo de surf Ripcurl. Como Meca del surf australiano, tienen todas las tiendas imaginables de tablas, ropa… aprovechamos para comer aquí en la cafetería de la tienda de Quicksilver, con un estilo muy hipster.
Última parada de la Great Ocean Road, Geelong. Esto ya es una ciudad de 108000 habitantes donde están Ford, Alcoa y una refinería de Shell. Se ve que están haciendo el esfuerzo de mejorar el aspecto industrial de la ciudad y lo están consiguiendo. Paramos a ver el Museo Nacional de la Lana. En Australia hay más ovejas que personas. Fueron traídas por los colonos ingleses y ahora no tienen tan claro que haya sido una buena idea (especialmente tras su buena experiencia con los conejos). Descubrimos que la lana merina famosa en el mundo entero, es de origen español y que la de aquí, es mezcla de española con irlandesa. El museo tiene como gran parte del personal voluntarios jubilados, que tejen o manejan máquinas de principios del siglo XX que tejen alfombras.
Para acabar el día llegamos a Melbourne. Nos alojamos en Sandra’s Beyond a Room Apartment, entre el centro y el distrito financiero. El piso está muy bien, con todo tipo de lujos y con una ubicación casi inmejorable. Para cenar, El Rincón… comida española más o menos bien hecha, algo cara, pero cerca del apartamento que era el objetivo.
Mañana toca ver bien Melbourne.