Great Ocean Road (I)
- lectura de 2 minutos - 395 palabrasHoy ha tocado la famosa Great Ocean Road. Como todo en este país, estaba muy bien señalizado y no necesitas ningún tipo de mapa ni GPS. Es sencillo, cójase la Great Ocean Road, asómese a todos los miradores bien indicados y con aparcamiento disponible para su comodidad.
En concreto el trayecto de hoy era desde Port Fairy hasta Apollo Bay. Los pueblos de por medio, si bien están cuidados y limpios, no merecen mucho la pena para visitar. Otra cosa es la carretera, que es preciosa. No toda ella va paralela al mar, a veces se mete bastante hacia el interior, entre campos de pasto o bosques de eucaliptos.
De las paradas del día de hoy, nos quedaríamos sin duda con Loch Ard Gorge, cerca de los Twelve Apostles, espectacular, con los Twelve Apostles y con el parque de Great Otway. La costa es espectacular, con acantilados de color anaranjado, un mar muy azul que bate constantemente contra la roca, todo lleno de vegetación y… desgraciadamente, mucho turista. Es la primera vez que nos encontramos con tanto turista, especialmente chinos que hacen recorrido en autobús desde Melbourne.
Para comer paramos hoy en Port Campbell, en el 12 Rock café: un bar con buenas vistas, chimenea con hogar activo y unas raciones muy australianas (gigantes). Después de comer visitamos los Twelve Apostles, hicimos un par de caminos por la zona y yo aproveché hasta para echar una cabezada en la playa mientras Claudio paseaba de un lado a otro haciendo fotos. Sinceramente, con la luz y el luegar de hoy era uno de esos días para sacar la cámara y disparar una tras otra.
A última hora aprovechamos para visitar el Cape Otway National Park (sólo en coche porque para caminatas ya no había tiempo, aunque según la guía son muy recomendables) y el faro que hay al final del recorrido, muy bien preservado. Llegamos justo a tiempo porque sólo admiten visitantes hasta las 16:30. Nos hubiese gustado tener más tiempo para poder explorar mejor el Cape Otway, los bosques de eucaliptos son una pasada y la variedad de fauna es increíble.
Ya para dormir prácticamente hemos llegado a Apollo Bay, que no tendrá gran cosa, salvo un enclave espectacular: justo al bajar de la montaña, con una playa enorme.
Mañana llegaremos por la tarde a Melbourne, a ver qué tal se nos da la cosa.