Sardinas para desayunar
- lectura de 2 minutos - 386 palabrasHoy nos han puesto para desayunar sardinas, ñam ñam. Dadas nuestras consultas del día de ayer hemos hecho una presentación sobre la marcha de infertilidad para explicarles la ausencia de tratamiento en muchos casos y la necesidad de prevención de infecciones de transmisión sexual que pueden originar cuadros de obstrucción tubárica.
Con nuestras chicas de la mañana no tuvimos problema, como era de esperar. La charla de infertilidad fue un poco desesperanzadora, pero pudimos remontarlo con la de embarazo y parto, donde se implicaron un montón (alguna hasta tomaba apuntes). Con el vídeo del parto triunfamos: aplaudieron, gritaron, rieron y nos pidieron que lo pusiéramos más veces para grabarlo ellas con sus móviles.
Esto hasta ahora no lo había mencionado, casi todas tienen móvil con acceso a Internet, pero no tienen a veces para comer o salud.
La sesión de consultas personales por la mañana fue realmente útil porque casi todo lo que vimos era lo que en teoría ofrecíamos: respuestas a cuestiones personales que les diera vergüenza preguntar en público, pero no una visita médica como tal, porque no tenemos medios.
Resumiendo, una mañana fantástica con un grupo de mujeres estupendo.
Después de comer salimos a dar un paseo por Lunsar, cómo no con cortejo de niños que salen a saludar a los Opoto, nos los llevaríamos todos a casa.
El grupo de la tarde fue mejor que ayer. Eran menos (unas 20) pero atendieron más y hasta hicieron preguntas al acabar la sesión. Por la tarde vimos prácticamente vimos a todas las que estaban en la sala y las que nos habían quedado pendientes de ayer. Agusta, nuestra traductora, siguió saliendo triste de la jornada, porque la gente se había acercado pensando que teníamos medicinas, operábamos y podíamos resolver sus problemas. Nosotras, sin embargo, salimos con mejor cuerpo porque enfocamos directamente a las de esterilidad a la realidad de su problema y pudimos resolver algunas de las otras consultas.
Para cenar hoy tuvimos manjares: pasta y palomitas. Resulta que es martes y, por tanto, el día de recreo de las Hermanas. Ven películas, juegan al Uno y comen palomitas después de la cena. Nos pidieron que les pusiéramos la charla de infertilidad y del parto y luego ellas se quedaron bailando al ritmo de vídeos japoneses de dibujos animados (cosa de Sor Citroen, seguro)