White Lady
- lectura de 3 minutos - 608 palabrasNos levantamos temprano porque por la mañana teníamos que hacer la compra y repostar. El Spar al que fuimos de Swakopmund está peor (es más pequeño) que el de Windhoek pero aún así pudimos comprar todo lo que teníamos en la lista. Tenemos comida para casi una semana diría yo y una buena parte de ella es no perecedera, así que podríamos aguantar hasta Kasane, aunque intentaremos comprar algo antes.
El día de hoy ha salido muy bien a pesar de que no fuimos al único patrimonio de la humanidad que tiene Namibia, unas pinturas rupestres en Twyfelfontain. Simplemente, quedaban muy a desmano en nuestra ruta de hoy (y en la de mañana también). En vez de ir directos hacia White Lady Lodge en Brandberg (en cuyo campsite estamos), tomamos un desvío para ir a Cape Cross a ver focas: ¡cien mil! Sí, en Cape Cross hay entre ochenta y cien mil focas que viven allí. Es digno de ver.
Las focas de Cape Cross son de una subespecie de foca que tiene orejas. No son migratorias, pero sí que se mueven largas distancias. Eso en lo académico; en lo turístico, decir que las focas huelen mal pero es un olor que se puede soportar. También hacen ruido, a mí me recuerdan un poco a Chewaka.
Después dimos media vuelta y tomamos una desviación para seguir hacia White Lady Lodge, en Brandberg, al lado de la montaña más alta de Namibia (2570 metros, creo). La carretera de la costa de Namibia es de asfalto, esta ya no lo es. Llegamos al camp a la hora de comer. El camp también es lodge y te dejan hacer uso de sus instalaciones como por ejemplo la piscina, pero no lo hicimos. En su lugar comimos una ensalada y nos fuimos a ver a la White Lady, una pintura rupestre, a pesar de que nos habían dicho que había elefantes y estaba cerrado.
Llegamos a la entrada de la White Lady hacia las cuatro, un poco antes. Para verla propiamente hay que hacer una excursión a pie de una hora ida y otra vuelta. Nos unimos a un grupo de alemanes y nos dijeron que si se hacía demasiado tarde o había rastro de elefantes daríamos la vuelta. No nos dimos la vuelta. La White Lady es en realidad un hombre pintado de blanco, no una mujer; creen que se trata de un hombre vestido así para su ritual de iniciación, el paso de niño a adulto. Fue pintado hace dos mil años, pero tiene pinturas al lado que fueron pintadas hace cinco mil.
Vistas las pinturas, a la vuelta nos encontramos con tres elefantes, que pudimos ver de una forma segura desde bastante cerca. Ir con guía da tranquilidad. Los elefantes parecen pacíficos, y lo son; el problema es que destruyen lo que tocan, básicamente árboles. Son muy temidos por aquí y con razón.
En resumidas cuentas, la excursión fue un éxito. Es verdad que llegamos al campsite ya de noche, cosa que prefiero no repetir (acabamos la excursión de día). Hemos cenado oryx comprado esta mañana con verduritas; no estaba ni de lejos tan bueno como el que tomamos en Windhoek, pero por fin el fuego de la barbacoa nos ha salido como es debido.
Mañana dormiremos a la puerta de Etosha (por fuera, no quedaba sitio dentro). Veremos si entramos ya mañana a Etosha o esperamos al día siguiente. Son 4 horas de viaje según el GPS, aunque habrá que añadir el desvío hacia una gasolinera, ya que sólo tenemos medio depósito y no se puede contar con que hay gasolineras disponibles por todas partes como en Europa.