Chicago
- lectura de 2 minutos - 345 palabrasHacía mucho de la primera, y hasta ahora única, vez que había venido a Estados Unidos. Fue en 2007, estuve en Nueva York y Washington. Esta vez estoy en Chicago, a donde he venido por trabajo, pero algo de turismo se puede hacer.
Chicago es la ciudad en la que se inventaron los rascacielos, un ejemplo de buena planificación urbanística. Está situada al oeste del lago Michigan, y es la ciudad más grande del medio oeste. La llaman la “second city” y también la “windy city”. Como siempre con estas cosas, el origen de estos apodos no tiene mucho que ver con la realidad.
Second city es porque hubo un incendio que arrasó con toda la ciudad y hubo que hacerla de nuevo. Lo que se ve ahora es la segunda versión de Chigado. No es que segundo signifique que sea la segunda ciudad detrás de otras (Nueva York).
Lo de windy sí, se aprovecharon de que en la ciudad hace viento. No es la ciudad en la que más viento hace de Estados Unidos, pero hace viento. En realidad el sobrenombre, según nos dijo el guía del barco, viene de la corrupción política, el dinero volaba hacia los bolsillos de los políticos. En palabras del guía: “Chicago got a cool nickname for not such a cool reason”.
¿Qué se puede hacer en Chicago? Pues seguro que muchas cosas. Me encantará volver aquí algún día conocer mejor esta ciudad. A mí en un par de días me dio tiempo a hacer un tour en barco por el río y el lago, ver un concierto en el Jay Pritzker pavillion, tomarme un perriento caliente estilo Chicago (son muy fuertes), subir al Hancock y disfrutar de, dicen, la mejor vista del skyline de Chicago y probar el tilt, ir al Pepsi Skyline stage a ver al circo de Shanghai (impresionantes los saltos y acrobacias, al nivel de los que vi con Ceci en Pekín) y hacer un free walking tour por el Loop.
Me quedó mucho Chicago por ver, pero lo que vi me gustó mucho. Volveré.