Taormina
- lectura de 2 minutos - 290 palabrasHoy queríamos ver Taormina bien, aunque para ir fuimos dando un rodeo contemplando el paisaje siciliano. La aventura mañanera, sin embargo, no tuvo nada que ver con eso. Conseguimos contactar con la cónsul de España en Siracusa, que nos dijo que hacía falta que pusiéramos una denuncia por lo del DNI (lo contamos aquí), así que fuimos a la comisaría de Linguaglossa a denunciarlo:
Era difícil entenderse con los policías, así que volvimos a llamar a la cónsul para aclararlo. La cara de los carabinieri de la comisaría al ver que llamábamos a una cónsul era un poema, para haberle hecho una foto.
A Taormina llegamos como a la hora de comer. Hacía mucho calor, la calle principal de la ciudad estaba prácticamente desierta a esa hora, pero nos dieron de comer en uno de los restaurantes de esa calle (buscado en la guía) con unas buenas vistas al mar. Ya comidos, fuimos a ver el anfiteatro, que tiene unas vistas impresionantes sobre el Mediterráneo; dice la guía, con razón, que los griegos eran muy buenos escogiendo enclaves para sus anfiteatros. El de Taormina es un ejemplo de elllo.
Y después del anfiteatro había que refrescarse, porque hacía mucho calor. La guía recomendaba el Bam Bar. Acierto. En el Bam Bar ponen los mejores granizados del mundo. Yo no sé si eso es verdad, pero están deliciosos. El dueño nos enseñó sus fotos posando con Antonio Banderas, Hevia y un montón de artistas italianos e internacionales que pasaron por allí a tomarse un granizado. Insisto, deliciosos. Si vais a Taormina, no dejéis de ir al Bam Bar.
Nada más por hoy. Mañana cambiaremos de hotel, a ver si es tan bueno como este. Además vamos a conocer a la cónsul.